viernes, 9 de octubre de 2009

Todo está como cada mañana...
colectivos, porteros, relojes y señoras.
Hasta yo mismo soy como cualquier cosa real,
sin embargo algo nos permite mezclar estos mundos.
Vibraciones estimulantes, sonrisas omnipresentes, ronda de fantasmas,
bailarines desordenados calmadamente eufóricos...
y en un segundo:
horario de entrada, tomar café para que reaparezca el cuerpo,
ponerle mucha azúcar al café para que el cerebro despierte,
quitarse las gafas y enchufarse el monitor,
todo a la vez,
como si transcurrieran 4 horas distintas a la vez.
Como si el reloj dijiera " perdí la cuenta "
como si el almanaque dijiera " dónde termina este día"
Así está todo,
mezclado, bizarreado, cinematográfico y cotidiano.
Y todo a mi alrededor funciona como siempre.
Nadie ve, nadie sospecha.
Nadie imagina de donde vengo,
y aunque estoy acá a su lado nadie sabe donde estoy en verdad.
Ya lo dije antes, está todo mezclado.
Yo estoy mezclado.
Soy ahora mismo mitad luna-pupila mitad alguien que parece socialmente humano,
presente, conciente del mundo material que toca y ve.


por: AstroPerro

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