miércoles, 30 de diciembre de 2009

Urgencia

La urgencia, que quema la cola de los perros, que convierte los justos en fallados, que desarma la cantidad, la urgencia-coño no debería cortar las lineas de socorro del instinto asesino.
Que quede claro: cuando nos han pateado el hormiguero de nada sirve peinarse la corbata ni urdir en los rincones maquinaria venganza.
Cada hormiga tiene un plan de ecuación grabado en las membranas interiores. Cada mendigo, por mas que este adherido a su frazada, tiende a correr cuando se incendia el rió.

por: Según

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