Perdurar en este invierno
que arremete con sus cambios
y sus sombras.
El frío se asoma en mi vientre
comienza a helar la sangre y mi corriente invisible.
Estoy estática,
no reflejo la forma de las flores en su plenitud,
ni guardo el aroma marchito del pasado.
Amo,
pero no es este fuego el que me quema
sino la nieve del inicio de tus ojos
acumulada en todos mis sentidos.
Pido no estrellarme contra mis verdades,
aquellas que son la misma esencia de la debilidad.
Estoy al borde de mi punto más frágil,
cualquier roce con tu ausencia
me quebraría en mil pedazos.
Debo resistir el paisaje agresivo:
escenario permanente tras la puerta estrellada de la noche.
Esta rigidez me convierte en vampiro,
pero no sé de qué debo alimentarme
cuando las horas no definen mi naturaleza.
Latir en este invierno
que se infiltra en todo mi cuerpo
significa la transformación,
muerte y resurrección:
enlaces profundos de algo llamado vida .
por Gaia
hermoso Gaia
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